Pobre de los pobres que pasen por tus manos
Los que te han cruzado el pecho
Regresan hastiados de tanta multitud
Y para qué?
Si con las contadas miradas que hoy te escuchan
Te puedes hacer un castillo blandecido
Donde metas toda la estirpe desterrada y sacada del olvido
Más allá de las aguas
Donde no llega tu poder.
Todos quieren ir a esa despedida
Será para llorar o reírnos todos juntos
La verdad, no lo sé
Iremos con la cara pintada
Mi labio te besará la frente con la lontananza
Y te diré, déjanos ya
Que el descanso te reclama
No solo a ti
Fuera y dentro padecemos todos.
jueves, 31 de enero de 2008
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