BILBAO DE NOCHE
Guggenheim en 1ra. Línea

jueves, 31 de enero de 2008

¿CUBANO O ESPAÑOL?.

Hace 15 años llegué a este país en busca de ilusiones y a fecha de hoy, me puedo sentir satisfecho de haber conseguido las más importantes. Las ilusiones convertidas realidad, me han permitido integrarme hasta el punto de hacer este país mío y por supuesto, que el país me haga suyo y eso por desgracia, se nota cuando duele como patria.

La gratitud de ser cubano y a la vez un ciudadano español de pro, que es lo mismo que decir Vasco, Catalán, Madrileño o de cualquier otro sitio de esta magnífica península, no escapa para mi profundo pesar, al hecho, de que me toque vivir un día a día preñado de situaciones que me desborden y me duelan, sobretodo, si el dolor se refugia en lo más profundo de las entrañas, pensando que en otro sitio, del cual venimos, va a pasar igual.

Este padecer se centra fundamentalmente hacia aquellos aspectos que tanto en la política como en el orden social resultan absurdos y para colmo, que luego precisamente ése absurdo (válgame la redundancia) se convierta en diversas razones de peso, inclusive, a nivel del Estado, trayendo como consecuencia el despropósito de acabar con la vida de una persona, denigrar el estado de opinión de los derechos más fundamentales, incrementar los celos políticos, categorizar procedencias, virtudes, rasgos humanos y necesidades básicas, como algo peyorativo o simplemente, como objeto de burla u ofensa.

¿Dónde está el sentido común de las personas sobre las cosas y los hechos?, continuamente me orada esta pregunta. ¿Nos hemos vuelto locos?. Los provincianismos, los nacionalismos, el racismo, el maltrato de género, la importancia de la condición humana o sexual o vaya Dios a saber qué, son aspectos que hoy en día campean en determinados sectores de esta sociedad moderna, a la vez que antigua, como si fueran epítetos para suplir la carencia de Patria.

Aunque resulte increíble, aquí perdura el arraigo a un pasado condicionado a una dictadura que lleva en su paquete una doctrina fuertemente católica. Lo peor es que quienes se abanderan como antiglobalizadores y sobretodo, revolucionarios sin nación, a pesar de ser muy jóvenes y no haber vivido aquéllo, son los encargados de prácticamente perpetuar las viejas prácticas precisamente por oponerse a ellas. Es como si les doliera no haber vivido un pasado terrible y ya que ahora, la vida está prácticamente resuelta, pues han decidido que “vamos a protestar por protestar”, a ver si nos entretenemos en algo, aunque haya que matar a algo o a alguien.

Lógico pensar entonces, que a mí, que vengo de algo parecido y que ya lo he vivido, me pregunte qué pasará si algún día lo que dejé atrás cambia y hasta dónde entonces será necesario el tiempo para que la mentalidad vuelva al sitio del que nunca debió salir, simplemente para no convertirse en un fenómeno surrealista que se ha convertido en el costumbrismo cubano. Menos mal que España, aunque bruta en muchos aspectos, mantiene su identidad y su patrimonio, sin embargo, creo que a nosotros los cubano – españoles (para darnos algún calificativo), lo tenemos jodido, no somos en realidad ni de aquí ni de allí; pero nos sigue hinchando las fibras, que permanezca la pérdida patrimonial y que la identidad que debíamos defender desde dentro, haya que salir fuera a defenderla y que los de dentro, se hayan acogido a la ley del menor esfuerzo.

Ser cubano señores, es extremadamente difícil. Ser español colegas, es una coyuntura.
Cada quien que haga y se arrime a lo que crea, que pa’ cuando abaixen las velas, el mundo habrá crecido tanto allende los mares de mi isla, que pa’ entonces…… quién lo sabe?
Yo te quise con el ala rota
Con un solo pecho
Con la tripa cosida
Con las ganas deshechas
La química te consumía entonces
Y en un cofre guardé tu cabellera
Tu otra carne fue quemada viva

Me alegra infinitamente
Que después de recompuesta
No te acuerdes de mi.

POBRE DE LOS POBRES

Pobre de los pobres que pasen por tus manos
Los que te han cruzado el pecho
Regresan hastiados de tanta multitud
Y para qué?
Si con las contadas miradas que hoy te escuchan
Te puedes hacer un castillo blandecido
Donde metas toda la estirpe desterrada y sacada del olvido
Más allá de las aguas
Donde no llega tu poder.

Todos quieren ir a esa despedida
Será para llorar o reírnos todos juntos
La verdad, no lo sé
Iremos con la cara pintada
Mi labio te besará la frente con la lontananza
Y te diré, déjanos ya
Que el descanso te reclama
No solo a ti
Fuera y dentro padecemos todos.

miércoles, 30 de enero de 2008

REFLEXIONES LEYENDO A ODETTE.

Ante todo dar las gracias a Odette por su implacable constancia en mantener vivos tantos recuerdos y sobretodo por hablar continuamente de ellos en este presente, que da la sensación de que todo lo acontecido otrora por las calles de Santiago, es de ayer mismo.

No obstante, en el tema de sus escritos y aclaro, solamente en el contenido y no en la forma, ya que leerla es un placer interminable, - me quedo con las ganas de buscarte, querida Odette, en tu actualidad. Tal parece que fue ayer que volaste de Cuba y que todo el tiempo que llevas en México incluso, con tu gran obra allí, hace que me pregunte, primero ¿porqué me faltan ésas vivencias de la nueva vida y segundo ¿qué pasa con nosotros los cubanos que damos el salto hacia la diáspora y luego en cierto modo, pasamos "a vivir del cuento" en el mejor sentido de la palabra, es decir, de nuestras historias pasadas allí, en la isla, sin mencionar ni valorar lo que hemos conseguido en otras tierras cuando ello supone, que haber abandonado nuestro país, precisamente fue quizás la decisión más valiente que hayamos tomado en nuestras vidas y todo, por abrirnos nuevos horizontes y convertirnos hasta donde hemos podido, en lo que somos hoy.

A mi, por ejemplo y quizás me tilden de raro, hereje, guataca y vete tú a saber de cuántas cosas más; me pasa que hablar de mi tiempo en Cuba y recordar aquellos avatares y comienzos de vida intelectualoide, compartiendo dichas y desdichas con toda una claque intelectual de primera línea, me nutrió, me ayudó a ser lo que soy hoy, me regaló tantas cosas!!!, entre ellas mis mejores amigos y mis mejores obras llenas de la frescura que hoy he perdido; pero, resulta que también me encanta hablar de la nutrición que he padecido, disfrutado y conseguido en esta España que me abrió sus brazos, cuando en mi Cuba, muchas puertas se me cerraban y me condenaban. Realmente, de Cuba, pese a tantos e infinitos momentos felices, no recuerdo la mejor parte de mi vida.

Venirme aquí para mi ha significado desgarro, emoción, sufrimiento, crecimiento, madurez; pero Ay Dios mio!!, todo eso forjó en mí unas raíces plenas de libertad y no lo digo en lo político, si no en lo personal, creó en mí un estadío de asentamiento, tranquilidad, amores también ardientes, llegada de los hijos y además, de enriquecimiento cultural, personal, histórico, económico, lingüístico, gastronómico y sobretodo, la posibilidad de estar en la ventana del mundo, al que me lanzo sin tan siquiera calibrar el alcance de mi mano y de mi mente.

Muy cierto es, que de lo vivido en Cuba se echa de menos a todo; pero también echo mucho de menos lo que está por venir. Creo que en aquella realidad, la que viví cuando nos conocimos tú y yo, Odette, la extraño solamente por aquellos que nos hicimos de un sitio en nuestro Santiago, que es decir, en el corazón. La realidad de ahora es tan diferente pero tan plena, que el futuro a pesar de poder estar plagado de muchos riesgos, no corre el peligro de dejar de ser futuro y avanza sin detenerse en el tiempo; no como le ha pasado a nuestra querida tierra con su realidad y sobretodo, con aquello que fuimos allí.
Héctor.